Tienes derecho a pedir ayuda y a hablar sobre tus condiciones laborales. La mayoría de los trabajadores en los Estados Unidos, sin importar su estatus migratorio, tienen el derecho de organizarse, expresarse y unirse para mejorar sus empleos.
Tus derechos incluyen:
Estos derechos están protegidos por la ley laboral federal, incluso si no eres miembro de un sindicato. Los empleadores no pueden amenazarte, castigarte o despedirte simplemente por organizarte o hacer preguntas sobre tus derechos.