La explotación laboral y la trata pueden afectar a cualquier persona, pero algunas enfrentan un mayor riesgo debido a vulnerabilidades sociales, económicas y legales.
Los tratantes y empleadores explotadores suelen dirigirse a personas que tienen menos posibilidades de buscar ayuda o hacer valer sus derechos. Las víctimas pueden ser de cualquier edad, género, raza, nacionalidad o religión. Sin embargo, ciertos factores pueden aumentar el riesgo de ser explotado.